Mi experiencia personal para sanar y desbloquear mis emociones con yoga, ha sido muy gratificante y positiva. Llegue al yoga motivada por las hermosas asanas, las secuencias rítmicas y armoniosas; sin embargo con el pasar del tiempo empecé a experimentar cambios profundos en mis pensamientos, emociones y actos, esa sensación de paz, dicha y gozo que sentía cuando estaba en mi mat, practicando cada postura en un ambiente de serenidad, calma y concentración, hacían que mi mente estuviera relajada y poco a poco disminuía el flujo de pensamientos; hicieron que aumentara mi practica, llevándome a estados profundos de relajación, y cada vez más las meditaciones se tornaban más serenas, ecuánimes, hasta alcanzar verdaderos estados de calma.
Todo esto me llevo a profundizar más en el yoga, como ciencia y arte que te permite desbloquear emociones, inicie un camino de búsqueda, probando diferentes estilos, hatha yoga, yogaterapia, vinyasa krama yoga, yoga integral, ashtanga vinyasa yoga, así como diferentes estilos de meditación que me permitieran conocerme más, sentir mi cuerpo, interiorizando cada asana, hasta lograr liberar la emoción bloqueada. Cuando una parte del cuerpo te duele al realizar la postura, es justo allí que se alberga las tensiones, resistencias, limitaciones, producto del estrés, miedo, angustia, preocupaciones, traumas y recuerdos dolorosos, albergados por mucho tiempo, alojándose en el cuerpo. Lo que el alma calla el cuerpo lo grita, tantas cosas guardadas van haciendo mella en nuestro organismo, por eso es vital prestarle atención a nuestro cuerpo, escucharlo, cuidarlo, sentir que sucede cuando tenemos una dolencia física, si fue producto de un accidente o de alguna situación emocional extrema que la está generando. A medida que fui avanzando en el yoga, mi cuerpo empezó a tener más flexibilidad, equilibrio y fuerza, logrando un mejor manejo de mis emociones, concentración en mis actividades y mayor serenidad. Me enamore de tal forma del yoga, que inicie mis estudios como profesora de vinyasa yoga, y por lo anteriormente expuesto, fue que decide contarles mi experiencia.
El arte del yoga para sanar bloqueos emocionales, como una herramienta poderosa al alcance de las personas, para gestionar sus propias emociones, conocer su cuerpo, descubrirse, e interiorizar en su inconsciente y expresar sus verdaderos deseos, hasta diferenciar lo que en realidad es de la imagen creada, producto de los condicionamientos familiares, sociales y culturales. Con el yoga he logrado la integración de mi cuerpo, alma y espíritu, de tal manera que me permita vivir en sociedad, de una forma equilibrada y placentera, partiendo que todos somos uno y por ende somos parte del universo, sólo cuando logramos sentir esa verdadera unificación desde una perspectiva real, más allá de la utopía cultural, de seguir lineamientos y directrices que sólo han desvirtuado la verdadera naturaleza del ser, es que pude unir todas mis facetas, reconociendo, aceptando y encontrándome conmigo misma desde una realidad sana y positiva para vivir, con un sentido profundo desde el amor, cuidando la naturaleza, los animales y compartiendo con otros desde el respeto y la aceptación. Con la práctica constante del yoga, empecé a expresar las emociones, permitiendo su liberación, y por ende se fueron desintegrando limitaciones, patrones y creencias limitantes y negativas, empezaron aflorar emociones positivas, de alegría, paz y serenidad; aumentando mi entusiasmo por vivir y realizar actividades que me llenaran de dicha y gozo. Con el yoga logre el desapego, entendiendo que el aferramiento nos conduce al sufrimiento y la agonía. Más allá de querer o tener un equilibrio físico, emocional, psicológico y espiritual; lo que me cautivo fue las prácticas con la meditación para calmar estados alterados de emociones, activar la energía vital a través de técnicas de pranayama, explorar mi cuerpo para conectarme con mi ser y relacionarse positivamente con los procesos naturales, así como técnicas de relajación que me han permitido fluir positivamente con las emociones. De acuerdo a mis propias experiencias como yogui y profesora de yoga, te puedo decir que está hermosa práctica me ha permitido tener una vida más placentera, con salud, equilibrio y armonía. Gracias a mi experiencia producto de la práctica constante con el yoga, te voy a exponer algunas conclusiones, que a mi juicio serian las más importantes:
El yoga mejora el estado de salud, por ende permite que se fortalezca el cuerpo, tanto física, mental y espiritualmente.
Mejora la flexibilidad del cuerpo, y esto se traduce en un mejor fluir con las actividades, aceptando que las cosas son como son, y no como queremos que sea, desde nuestro mapa mental.
Es una herramienta importante para tratar casos de depresión, estrés, ansiedad, angustia y tristezas.
La persona puede lograr integrarse a su entorno natural, con consciencia y responsabilidad.
Constituye una poderosa forma de auto-sanación y auto-cuidado, cuando se práctica con constancia.
Forma parte de la medicina preventiva, ya que la práctica regular mantiene el cuerpo saludable, con emociones, pensamientos sanos y equilibrados.
Se logran estados profundos de expansión, que permiten el auto-descubrimiento y reconocimiento del potencial, habilidades y talentos para fortalecer el autoestima.
A través de ejercicios respiratorios, se logra tener serenidad interior, calma y concentración en las actividades diarias.
Mejora la calidad del sueño.
Es una potente forma de desintoxicar el organismo y depurarlo de sustancias toxicas.
Se evidencia como la meditación calma los estados alterados de consciencia, equilibra los hemisferios cerebrales, aumenta la creatividad y la capacidad de tomar mejores decisiones.
Una de las cosas potentes que experimente fue, la influencia que tiene las asanas para eliminar corazas emocionales, contribuyendo a una positiva transformación en mi persona, ya que al eliminar traumas y situaciones doloras sostenidas por mucho tiempo, me fui abriendo y expresando claramente lo que me sucedía, para avanzar por un camino de aceptación. Por todo lo anteriormente mencionado, el yoga es un estupendo aliado para eliminar la energía negativa, estimulando la energía vital, fortaleciendo el buen funcionamiento de los chakras, los cuales influyen en la parte psicológica, emocional y mental de la persona. Me permitió evidenciar que al conocer el cuerpo, nos permite tener una mejor relación con nosotros mismos y por ende con nuestro entorno. El yoga nos proporciona disciplina, paciencia, compasión y un manejo consciente de emociones, desde el aquí y ahora; nos conecta con el momento presente, para disfrutar mejor cada instante, sin que la mente se disperse en el pasado o el futuro. La persona inicia un camino espiritual, conectándose con su ser y el universo, un verdadero proceso de sanación, que lo hace integrarse a la verdad universal, viviendo estados expansivos, ampliando su capacidad de entender, comprender, con paciencia, humildad, logrando la desidentificación del ego, para dar paso a su esencia, y comprendiendo que todos somos uno, lo que le hacemos a los demás, no lo hacemos a nosotros, de allí la importancia de mejorar nuestra relación con nosotros mismos, y el yoga como ciencia y arte nos proporciona todas las herramientas, ya que nos permite estar en presencia y con más calma. Todo esto se va logrando con la práctica regular de las asanas, para ir sanando el cuerpo, mejorando su condición, liberándolo de tensiones, de dolencias físicas, hasta lograr la flexibilidad, fuerza y equilibrio que nos permita dedicar más tiempo a la meditación.
Diana Cordero
Terapeuta Integral, Profesora de Astrología, Yoga & Meditación.
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